26 de desembre 2015

SUDOKU POLÍTICO

Pese al varapalo recibido por el PP en las elecciones generales del pasado domingo -se han dejado en el envite 63 escaños-, hay que felicitar a los populares porque en esos comicios han sido la fuerza más votada. Una victoria amarga, ciertamente.
En  los sistemas de representación proporcional como el que rige en nuestro país, es normal que los partidos exploren combinaciones distintas para formar una mayoría parlamentaria suficiente que dé soporte a un ejecutivo.  Y aunque Mariano Rajoy ha dicho que intentará formar un gobierno estable, cosa absolutamente legítima, lo más probable es que tenga que desalojar la Moncloa y el PP pase a la oposición.
Tampoco le ha ido demasiado bien al PSOE. Los socialistas no han sabido aprovechar el desgaste de los populares y han perdido  una veintena de diputados. En estas circunstancias, deberían realizar una reflexión serena pero profunda y decidir cómo afrontan el futuro que se presenta, cuando menos, complicado.
Sin embargo, las formaciones emergentes, Podemos y Ciudadanos han irrumpido con fuerza y han mordido espacio a los partidos tradicionales. El bipartidismo pasa a mejor vida, y en nuestro país se abren unas expectativas políticas inéditas hasta la fecha. El cuatripartidismo ya es un hecho en España.  Con esos resultados sobre la mesa formar gobierno puede resultar harto complicado.
Los comicios del pasado 20 D dejan un auténtico sudoku político para resolver y entramos en una etapa de difícil gobernabilidad. Por consiguiente, las negociaciones serán duras, largas y complejas. Los protagonistas políticos deberán mostrar sus habilidades y capacidad para llegar a acuerdos. En estas circunstancias, no estaría de más recuperar el mejor espíritu pactista de la Transición y llevar a cabo una reedición actualizada de los pactos de la Moncloa.
Si al fin se logra un acuerdo, el gobierno resultante del proceso negociador ha de ser consciente de que debe jugar un papel galvanizador, puesto que se encontrará con 3 grandes cuestiones a resolver: regeneración democrática, Estado del bienestar y encaje territorial. Temas que van a marcar la agenda política de los próximos años. Su complejidad y magnitud va a requerir algo más que una simple mayoría parlamentaria para salir adelante.

De todos modos, si el posicionamiento de los diversos partidos resultase irreconciliable, no hay que descartar nuevas elecciones. Al fin y al cabo, la política es el arte de lo posible y gobernar con este panorama puede resultar imposible.

Bernardo Fernández

Publicado en ABC 23/12/15

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