06 d’octubre 2010

TRABAJANDO PARA LOS MÁS VULNERABLES


En el año 1980 el Ayuntamiento de Barcelona creó la Tarjeta Rosa. Este título garantiza y fomenta el derecho a la movilidad de las personas mayores y personas afectadas por una disminución debidamente acreditada. A lo largo de los treinta años transcurridos, desde su implantación, se ha consolidado como un instrumento de redistribución de “la riqueza útil”, Se trata de un servicio que va dirigido a un sector creciente de población y actualmente son más de 250.000 personas los usufructuarios de la Tarjeta Rosa. Se trata de una de las principales prestaciones sociales que existen en el ámbito municipal para el colectivo de las personas mayores. El acceso a su titularidad es en función de la edad -tener 60 años cumplidos- y la renta, que ha de estar por debajo de los 1.065 euros. El objetivo es lograr el bienestar integral de la gente mayor y de las personas con discapacidad para que puedan desarrollar su actividad vital, de forma transversal, en todos los estadios socioculturales de la ciudad. De esta forma se favorece un modelo de envejecimiento activo y saludable. Estamos ante un salto cualitativo de las prestaciones que ofrece el Ayuntamiento de Barcelona a la gente mayor con menos recursos, en esta ocasión en estrecha colaboración con el sector privado, Sin duda alguna, ésta es la mejor manera de lograr una Barcelona cohesionada y solidaria.
Coincidiendo con el Primero de octubre, Día Universal de la Gente Mayor, y cumpliendo las directrices del programa de actuación para ancianos, se han ampliado de forma substancial las prestaciones que se ofrecían con el mencionado título, por esa razón, se ha puesto a disposición de los usuarios de la tarjeta un amplio abanico de prestaciones que van mucho más allá de la movilidad. Se ha elaborado un amplio programa consensuado con operadores de sectores tales como la sanidad, la cultura, la educación, el deporte y el ocio –tanto públicos como privados-, de esa forma se han establecido importantes descuentos y reducciones de precios en servicios y prestaciones interesantes para los jubilados..
Esta nueva etapa de la Tarjeta Rosa comienza con la colaboración de unos 300 operadores. La incorporación de los proveedores es voluntaria, por eso el Ayuntamiento mantiene, de manera permanente, la campaña de captación de nuevos colaboradores con el objetivo de aumentar esa cifra. Los costes que ocasionan los descuentos y bonificaciones, son asumidos, en su integridad, por los operadores, en consecuencia no gravan los presupuestos municipales. Con esta iniciativa se pone de relieve la sensibilidad social de los proveedores y su filantropía, a la vez que se constata que estos valores son compatibles con el legítimo interés de obtener beneficios. Ojalá que en breve sean muchos más los colaboradores adheridos. La gente mayor y Barcelona se lo merecen.
Bernardo Fernández
Publicado en ABC 06/10/2010

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